En él queremos haceros ver que al priorizar el juegos y las apuestas, dejamos de lado muchas experiencias significativas para uno mismo.
Nuestra idea consiste en mostrar varios días de la semana y ver, como hemos dicho antes, que decidimos elegir y a que renunciamos.
El lunes se ve a una persona yendo al bingo, mientras que los planes que deja de hacer es ir al partido de baloncesto de su hija.
El martes se va a jugar al poker, mientras deja plantada a su pareja en un famoso restaurante.
El miércoles prefiere ir a apostar a la ruleta, en vez de acudir a un examen de la carrera que esta estudiando.
El jueves se pasa horas y horas frente a las maquinas traga-perras, mientras que su grupo de amigos lo esperan ya que habian quedado todos para reunirse.
El viernes se pasa la tarde completa jugando a los dados, mientras sus hijos esperan en el colegio a que su padre llegue.
El sábado, día de las apuestas deportivas, se pasa el día atento de los resultados de los partidos, y se pierde la vida familiar y los pequeños detalles de la familia.
El domingo mientras juega al blackjack, se pierde la cena de presentación de los padres de su novia.
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